Estamos impactados por los acontecimientos que están ocurriendo últimamente. Mientras nuestro mayor problema actual es cuidar a nuestros mayores y frenar esta pandemia mundial, ciertas personas, poderes públicos y empresas se preocupan más por ampliar instalaciones perjudiciales para nuestro entorno, que preocuparse por las personas.
A la población se nos pide algo que estamos cumpliendo con el dolor de no poder estar con nuestros seres queridos y privándonos de la libertad, cosa que cumplimos: responsabilidad. Responsabilidad que no demuestran ciertas personas, poderes públicos y empresas.
Esta semana un total de 23 colectivos de la provincia de Huelva y asociaciones ecologistas estatales se han movilizado a través de sus plataformas digitales contra el nuevo proyecto del vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva, entre ellas están : Asociación Luna (Nerva), Plataforma Antivertedero de Nerva, Ecologistas en Acción Huelva, Pies en la Tierra, Huelva te mira, XR El Brote, Fridays for Future Huelva, Asociación Matilde, Mujeres 24H, Sentido Natural, Convivencia Rural Berrocal, CGT Huelva, Asociación MUTI, Plataforma Parque Moret, Asociación Mesa de la Ría, Asociación de Vecinos Aldeas Unidas, Universidad Rural Paulo Freire, Plataforma Serrana Descubriendo al TTIP, Las3Cabras, Fundación Savia, SEO-birdlife, Colectivo GatXs CES-Ayamonte, Greenpeace Andalucía, y Valdelarte Centro de Arte Contemporáneo Medioambiental.
Dicho proyecto supone una ampliación de sus instalaciones y construir una incineradora. Esta tramitación se acaba de iniciar por el gobierno de Andalucía, en pleno estado de alarma, mientras la población se encuentra confinada y no es posible escuchar su voz. Por lo que los colectivos consideran que no es “en absoluto democrática” la actuación de la Junta de Andalucía al tramitar este proyecto “en plena crisis sanitaria”.
Recordamos que el vertedero de Nerva lleva un funcionamiento de 25 años de accidentes, incendios y vertidos ilegales y lo que conlleva dicha instalación, sumando el riesgo de la filtración a cauces y gases a las aguas subterráneas y el peligro para el pueblo que está a escasos 600 metros de dicho lugar.
Los colectivos implicados “se sienten engañados”, ya que en 1995 las autoridades andaluzas prometieron que tendría una vida de 10 años y seria de uso para Huelva, Cádiz y Sevilla, cuando en la actualidad recibe residuos de toda España, Portugal e Italia.
Es evidente que este hecho repercute negativamente no solo en nuestro Río Tinto con su importancia paisajística, también se sienten afectados el Paraje Natural Marismas del Odiel, el estuario y el litoral de nuestra provincia, todos ellos protegidos y de gran valor medioambiental.
En pleno cambio de consciencia sobre el impulso sostenible y de economía circular, entre otras, conceptos que ciertos organismos y personas intentamos promover para disfrutar de un entorno más limpio y natural, recibimos este golpe a traición que siguen separando a Huelva de su naturaleza.
En ecoHuelva sentimos como día a día la población onubense es cada vez más consciente de la importancia de una vida más sostenible por lo que pensamos que supone un atraso aumentar o construir unas instalaciones que evidentemente constituyen una amenaza para nuestra provincia, sumándose a los fosfoyesos en la marisma de Huelva y la balsa de Río Tinto, por lo que las movilizaciones de la población en un futuro son un hecho.
En definitiva, la provincia de Huelva está en sus casas, porque todos somos conscientes y responsables de la situación que nos ocupa, pero sin duda nos volveremos a levantar, a reunirnos y volveremos a exigir nuestro derecho a disfrutar de un entorno limpio y digno, tanto para nosotros como para la naturaleza.
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